martes, 1 de abril de 2014

No se pega!

Hace ya un tiempo que le damos vueltas Éowyn y yo al hecho de que nuestra pequeña Galadriel, aunque muy inteligente, responsable, alegre y cariñosa... También es muy pegona.
Es algo que nos cuesta asimilar y a lo que no vemos una explicación lógica, ya que en casa no le damos ese tipo de ejemplo, ahora imaginaros si os hablo de buscarle solución...

Estoy convencido que no es por maldad. Quizás sean celos, quizás una manera de llamar la atención... Puede que el modo de canalizar la tremenda energía que lleva dentro.

La mayoría de las veces que pega (un cachete, un golpe, un empujón...) lo hace en casa, y el objetivo es su hermano. Parece lógico decantarse que es por mantener un cierto "status" de supremacía, al ser la mayor, ya que la espoleta suele ser la disputa por un juguete con Faramir, pero no siempre es así, ya que en otras ocasiones el golpe o empujón llega sin venir a cuento. Evidentemente Faramir no es un santo bendito. A su corta edad sabe perfectamente que es el peque, con la indulgencia materno-paterna que ello conlleva, pero le basta poco para ir a provocar a su hermana cuando ésta cumple su tiempo fuera de juego "pensando".

Últimamente esta actitud se he hecho extensiva a sus compañeros de clase, a sus "primitos" (no son primos de sangre, pero nos llamamos así porque para nosotros son una verdadera familia) e incluso, en aquellas ocasiones en las que está muuuy cansada, a nosotros mismos. Cierto que no es frecuente, pero no por ello resulta menos "violento".

Éowyn y yo procuramos hacerle comprender que esa actitud no es correcta, y que no lo debe hacer si quiere que los demás le hagan caso y jueguen con ella. Practicamos la técnica del "tiempo fuera" cuando, tras varios avisos, sigue sin corregir su conducta, y reforzamos sus logros con pequeñas recompensas cuando hace las cosas bien. Sin embargo, hay momentos en los que todo se va de madre y no basta toda la paciencia del mundo para reprimir un grito...

Quiero pensar que esta fase no durará mucho y que nuestra pequeña chispita acabará por comprender lo que debe o no debe hacer...